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En estos tiempos mucha gente piensa que Halloween es simplemente una festividad inofensiva y divertida. Pero en verdad sus raíces están arraigadas en tradiciones y prácticas paganas que entran en conflicto con las creencias Cristianas.

¿SABíAS TU?

La historia de Halloween se remonta al antiguo festival celta de Samhain, que marcaba el final de la temporada de cosecha y el comienzo del invierno.

Los Celtas creían que en la noche del 31 de octubre, el límite entre los vivos y los muertos se volvía borrosa, permitiendo que los espíritus vagaran por la tierra. Se vestían con disfraces y encendían hogueras para ahuyentar a los espíritus malignos (fantasmas).

En el siglo ocho, el Papa Gregorio III estableció el 1 de noviembre como día para honrar a todos los santos. Esta ocasión incorporó elementos de las antiguas tradiciones Samhain.

La noche anterior se conoció como, “All Hallows Eve”, que luego se transformó en Halloween. A lo largo de la historia, Halloween se ha convertido en un día lleno de actividades como pedir dulces, tallar calabazas, reuniones animadas, disfrazarse y disfrutar de dulces, pero también es un día importante de celebración en el mundo de las tinieblas.

La noche ya se está acabando y el día está por comenzar. Entonces dejemos a un lado las obras de la oscuridad y pongámonos las armas de la luz. Romanos 13:12

LA VERDAD ES...

Como cristiano, creemos que Dios es la fuente de toda luz y bondad y que debemos tratar de evitar las cosas que promueven el mal y la oscuridad.

Muchas tradiciones de Halloween giran en torno a temas de muerte, fantasmas y brujas, temas que son contrarios a la creencia cristiana en la resurrección de Cristo y la vida eterna.

Además, la festividad a menudo glorifica el miedo y el terror, lo que va en contra de las enseñanzas de la Biblia.

Porque Dios no nos ha dado espíritu de temor, sino de poder, de amor y de dominio propio. – 2 Timoteo 1:7

Al participar en las celebraciones de Halloween, debemos estar atentos a que podemos estar promoviendo valores que van en contra de nuestra fe y lo que representamos como cristiano.

PIENSA EN ESTO..

Como Cristianos, estamos llamados a ser intencionales en la forma en que invertimos nuestro tiempo y recursos.

Recuerda, no celebrar Halloween no significa que no puedas disfrutar de la temporada de otoño. Puedes ir a recoger manzanas, hornear pasteles, beber café con leche con especias de calabaza y disfrutar de la belleza de la temporada sin celebrar Halloween.